La Argentina de Leo Messi ya tiene su Mundial.
En un torneo en el que su actuación fue de menos a más, la albiceleste pudo levantar su tercera Copa del Mundo en Qatar tras vencer a Francia por penaltis en la final, disputada este domingo en el estadio Lusail de Doha. Una victoria tan agónica como histórica, que llega 36 años después del último triunfo argentino en el torneo, en México 1986. Entonces, la selección estaba liderada por Diego Armando Maradona, con el 10 en la espalda. El mismo número que lleva Messi, que ha sido tan determinante para su equipo como el Pelusa lo fue para el suyo.
Fue Messi, quién si no, el encargado de abrir el marcador con un disparo desde el punto de penalti en el minuto 23. Ángel Di María, en el 36, dobló la ventaja de la albiceleste tras una jugada a la contra en la que mostró su proverbial capacidad regateadora. Parecía que Argentina tenía ya el partido en el bolsillo; Francia, noqueada, era incapaz de generar peligro: ni un disparo contra el arco argentino en los primeros 80 minutos. Pero entonces apareció Kylian Mbappé. En tan solo dos minutos, el delantero francés, la nueva estrella del fútbol mundial, empató el partido: primero, transformando un penalti en el minuto 80; luego, en el 81, con un excelente disparo al segundo palo. 2-2 en el marcador y una Argentina hundida se veía obligada a disputar la prórroga.
Y en la prórroga volvió a aparecer Messi. Tras una jugada caótica, en el minuto 109, La Pulga cazó un rechace de Lloris al disparo de Lautaro y lo transformó en gol. La fortuna sonreía de nuevo al 10 de Argentina, parecía que la albiceleste iba a evitar la ronda de penaltis. Pero, de nuevo, Francia echó un jarro de agua fría al fuego argentino. Una mano de Montiel dentro del área fue sancionada con penalti en el minuto 118. Y Mbappé no falló. 3-3 en el marcador. Hat trick del delantero del PSG. El Mundial se decidiría por penaltis.
Argentina, como en la semifinal contra Croacia, se acabó llevando el gato al agua desde el punto fatídico. 'Dibu' Martínez, al detener un penalti a Coman, y Montiel, al meter el tiro decisivo, fueron los héroes en la tanda de penas máximas (4-2).
La consagración definitiva de Messi
Con el Mundial, Messi —elegido mejor jugador del torneo y de la final— inscribe definitivamente su nombre en el panteón de los más grandes del fútbol. Era el último gran título que le faltaba por conseguir. Y el más ansiado por Argentina, que no lo lograba desde 1986.
El jugador de Rosario llevaba 4.568 días persiguiendo ese sueño: desde aquel 16 de junio de 2006, cuando debutó frente a Serbia y Montenegro, hasta la final de hoy, cuando lideró la victoria albiceleste contra Francia en el que, seguramente, será su último Mundial. Al de 2026, en Canadá, México y Estados Unidos, llegaría con 38 años de edad.
A su paso por Qatar, Messi demostró que las piernas no le pesan, firmando jugadas de ensueño y anotando goles decisivos. Y, además, demostró más carácter que nunca: se vio una versión maradoniana del astro argentino, con momentos como ese ya inmortal “¿qué mirás, bobo?” tras el tenso partido contra Países Bajos.
Porque Messi había viajado a Doha con una única misión: levantar la Copa del Mundo con Argentina. Y poner fin así a las eternas comparaciones con Maradona. Con su doblete en la final y sus siete tantos en el torneo (segundo máximo goleador, a uno de un Mbappé), consiguió hacer historia.
