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Cecilia Puga, por una arquitectura “reparadora”

La arquitecta chilena defiende un modelo de construcción que adopte una perspectiva de respeto a las comunidades y el medioambiente.

Miguel Salvatierra (EFE)

La arquitecta chilena Cecilia Puga, en la Real Academia de España en Roma. EFE/MIGUEL SALVATIERRA

La chilena Cecilia Puga, una reconocida arquitecta cuya obra ha sido expuesta en EE UU y en la Bienal de Venecia y que además dirige el Museo Precolombino de su país, aboga por un modelo de construcción que repare no solo edificios, sino también ecosistemas y comunidades.

"Reparar es un término hoy en día obligatorio para el mundo contemporáneo", explica a la agencia EFE Puga, partidaria de restaurar estructuras desde una perspectiva que tiene que ver "con algunas problemáticas sociales relacionadas con la crisis climática" y de las cuales "la arquitectura tiene que hacerse cargo".

La obra de Puga (Santiago de Chile, 1961) ha dado la vuelta al mundo y ha ganado varios concursos internacionales que han valorado la iniciativa de una mujer que desarrolla su trabajo a caballo entre su estudio, que regenta junto a Paula Velasco, y el Museo Precolombino, al que está ligado desde hace más de dos décadas.

Reparar o crear

La perspectiva de Puga en cuanto a los retos a los que se enfrenta la arquitectura global pasa por la "reparación" por delante de la "creación", sin excluirse mutuamente, una tesis que ha debatido en la Real Academia de España en Roma junto al arquitecto español Benjamín Gallegos.

"Si en los años 20 la idea era crear, inventar e innovar, en este momento lo debemos tener en cuenta, pero desde una perspectiva de reparación de nuestro medioambiente, de las relaciones sociales, de la manera en que vivimos...", explica.

Cuando se hace una reparación "es que hay daño, una grieta", pero, a través de la misma "corre aire y hay una posibilidad de futuro", aunque esto no es incompatible con la creación, ya que "cuando se repara, se está creando".

"Uno puede estar haciendo obra contemporánea e innovando en tecnología, y al mismo tiempo esa construcción repara en términos climáticos y de economía circular", asegura.

Medioambiente y vivienda

Además, esta idea de reparación debe "correr en paralelo" con la creación en los casos en los que exista un déficit de viviendas en países como Chile, donde faltan "500.000 habitaciones para una población de unos 17 millones de personas".

Esta realidad, acrecentada según Puga en los países del hemisferio sur, hace difícil que se puedan trasladar "discursos y debates" de Europa a Latinoamérica, como el de dejar de construir por completo, una idea que actualmente impulsan "jóvenes arquitectos radicales".

Para ella, toda actividad relacionada con la arquitectura debe tener una perspectiva de respeto al medioambiente, algo que debería estar superado y sobre lo que "no se debería hablar", al igual que, a la hora de construir un edificio, se presupone que debe mantenerse en pie o resistir a terremotos.

"Los temas medioambientales no deberían hablarse", insiste, y asevera que la innovación tecnológica es necesaria ahora para afrontar el reto medioambiental en la arquitectura.

Además, Puga propone una arquitectura que no se quede solo en el dilema del ahorro energético y el respeto al medioambiente y denuncia que, a día de hoy, los debates en este sentido son "demasiado simplistas".

Museos y revisión colonial

Otra de las facetas de esta exitosa arquitecta es la cultural, gracias al trabajo que desarrolla en el Museo Precolombino de Chile como directora desde hace tres años, cuando la pandemia del covid-19 ponía en peligro un modelo dependiente de los ingresos por las visitas. "En la pandemia nos encontramos con una crisis presupuestaria muy grande, pero nos estamos empezando a recuperar", dice Puga.

En el museo que dirige la arquitectura se exponen obras de antes de la llegada de los españoles al nuevo continente, un asunto muy debatido en Latinoamérica tras el anuncio del ministerio español de Cultura de "superar un marco colonial" en sus museos.

"Creo que es valioso, necesario e inevitable", sostiene Puga, aunque matiza que la mirada "colonialista" no se soluciona "devolviendo las piezas" y destaca lo interesante de que sea por primera vez "el Estado (...) el que instruye a sus museos en este sentido".

Miguel Salvatierra (EFE)