El IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) ha finalizado este jueves en Cádiz tras cuatro días dedicados a la reflexión en torno a un idioma que hablan casi 600 millones de personas en el mundo.
Para los organizadores, la cita ha sido un “bastinazo”, término gaditano que se utiliza para describir un gran acontecimiento. Así lo ha asegurado el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, en el acto de clausura de un evento que tendría que haberse celebrado en Arequipa, pero que a última hora trasladó su sede debido a la inestabilidad política en el Perú.
En ese sentido, la portavoz del Gobierno de España, Isabel Rodríguez, ha destacado el trabajo realizado en tiempo récord por todas las instituciones para desarrollar esta edición del CILE.
Bajo el lema “Lengua española, mestizaje e interculturalidad”, el congreso ha contado con un total de 1.300 participantes entre ponentes, inscritos, invitados, periodistas y autoridades. Ha sido, además, el primero retransmitido íntegramente por internet, que ha permitido a personas de 70 países de todo el mundo seguir de manera presencial o digital el desarrollo de los 57 sesiones plenarias y planes temáticos celebrados desde el pasado lunes.
Junto al programa académico, 78 actividades culturales paralelas han llenado Cádiz de encuentros literarios, exposiciones, conciertos, teatro, seminarios, en distintos espacios ofrecidos por las instituciones locales.
Más allá de las cifras, el director de la Real Academia Española (RAE) y presidente de la Asociación de Academias de la Lengua (Asale), Santiago Muñoz Machado ha querido subrayar el buen momento en el que se encuentra el español, un idioma “que está en crecimiento”. Eso sí, hay desafíos inmediatos, como afianzar su presencia en el mundo digital. Muñoz Machado ha expresado su preocupación por el “abandono de la normativa y pérdida de calidad” de la lengua en las redes sociales, y ha apostado por “reforzar la regulación, con las obras académicas panhispánicas, que tienen gran difusión”. Asimismo, el académico ha apuntado a la necesidad de potenciar el español en el ámbito de las nuevas herramientas de inteligencia artificial: “Las tecnológicas deben observar las reglas del español, que haya una inteligencia artificial en nuestro idioma”, ha resumido.
Arequipa en el horizonte
El acto de clausura del CILE no ha servido para anunciar qué ciudad tomará el relevo a Cádiz en la décima edición, en 2025. Sin embargo, en una reunión nada más finalizar el congreso, la Asale ha apostado por Arequipa como sede. Una decisión lógica y predecible, que busca compensar a la ciudad peruana, que tendría que haber acogido este congreso.
García Montero, antes de la clausura, ya había declarado: “He pedido a la RAE que proponga a las demás academias que sea Arequipa, y Santiago [Muñoz Machado] está de acuerdo”.