El vicepresidente regional de la Asociación Internacional del Transporte Internacional (IATA), Peter Cerdá, cree que es muy grave que, pese a su importancia en la región, los países latinoamericanos consideren al transporte aéreo como un "lujo".
En una entrevista con la agencia EFE, Cerdá también señala que los países latinoamericanos no han sabido aprovechar la oportunidad de trabajar con la asociación.
IATA anunció el el pasado 4 de octubre, durante una asamblea celebrada en Boston (EEUU), que las aerolíneas de Latinoamérica perderán este año 5.600 millones de dólares, y que en 2022 las pérdidas se reducirán a 3.700 millones.
El ejecutivo de IATA asegura que la situación del sector en la región ya era complicada antes de la pandemia y que, mientras que las compañías europeas y norteamericanas disfrutaban de beneficios, las de Latinoamérica habían entrado en pérdidas. Cerdá apunta algunas de las razones que explican esta situación.
Según el directivo, Latinoamérica "es una región con altos costes de impuestos y tasas, y las regulaciones en muchos de los países hacen muy complicado que una aerolínea sea competitiva porque hay una tarifa máxima. En un ambiente tan competitivo como el de la aviación, las aerolíneas latinoamericanas están en desventaja".
Cerdá también lamenta que durante la pandemia ningún Gobierno latinoamericano ofreciese ayudas financieras a las aerolíneas, como sí sucedió en otras partes del mundo: "Es un problema muy grave que en nuestra región todavía se vea el transporte aéreo como un modo de transporte de lujo cuando América Latina es de las dos o tres regiones que más dependen del transporte aéreo".
"En Europa y Norteamérica hay ferrocarril y buenas carreteras. En América Latina no tenemos eso. La única competencia del transporte aéreo son los autobuses", remarca el directivo. Y explica que un trayecto en avión entre Mendoza y Buenos Aires, en Argentina, o Manaos y Sao Paulo, en Brasil, solo supone una pequeña fracción del tiempo que se requiere para hacer ese mismo viaje por carretera.
"Desafortunadamente, pocos gobiernos ven que el transporte aéreo juega un papel social y económico muy estratégico para el bienestar. Nuestros países dependen mucho del turismo pero no han aprovechado las oportunidades que otras partes del mundo están realizando al trabajar con nosotros como socios estratégicos", prosigue Cerdá.
El ejecutivo de IATA lamenta que tres de las principales economías de Sudamérica (Argentina, Brasil y Chile) sean los países que todavía mantienen algunas de las mayores restricciones al viaje aéreo internacional y dijo que teme el "impacto indirecto en los otros países" de la región. "Son tres países donde sus ciudadanos viajan mucho. Hay muchos lazos culturales, sociales y también económicos",.
Cerdá incide asimismo en la importancia de "la coordinación entre países", algo que "desafortunadamente no está ocurriendo en esta región".
Aun así, Cerdá cree que todavía Argentina y Chile pueden levantar la restricciones, como la eliminación de las cuarentenas, en noviembre —como ya se ha anunciado—, a tiempo para la temporada de verano del Cono Sur, lo que permitiría un repunte de los viajes a la región.
Finalmente, sobre la situación de Venezuela, Cerdá se muestra pesimista: "Desafortunadamente, está fuera del escenario. Hay muy pocos vuelos con Europa. Dentro de la región prácticamente sólo con Panamá. No hay conectividad con Norteamérica y muy limitada con América Latina".
Cerdá añade que las aerolíneas se han resignado a no poder recuperar los alrededor de 3.800 millones de dólares que las autoridades venezolanas han retenido a las aerolíneas. "En estos momentos, las líneas aéreas lo tienen perdido con este Gobierno. Esperamos que en el futuro cuando la situación política cambie, haya la oportunidad para recuperar esas divisas que el Gobierno venezolano tiene".