El pintor y escultor colombiano Fernando Botero, el artista colombiano más universal, conocido por sus obras de figuras voluptuosas, falleció este viernes en Mónaco a los 91 años de edad.
Según informaron sus familiares, el artista, nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín, seguía pintando en su estudio hasta que sufrió una neumonía por la que tuvo que ser ingresado, pero el jueves salió del hospital para recuperarse en casa.
"Llevaba cinco días bastante delicado de salud", dijo su hija Lina Botero, en declaraciones a Caracol Radio.
"Murió con 91 años, tuvo una vida extraordinaria y se fue en el momento indicado", expresó su hija, que le recordó como una persona "que dedicó su vida a su país, que fue el tema de su obra artística".
Estilo particular
Nacido el 19 de abril de 1932 en Medellín, Fernando Botero Angulo transitó por el arte contemporáneo y el moderno, pero fue su estilo figurativo, desarrollado a través de las suaves formas de sus figuras voluminosas —"no gordas", como solía aclarar—, el que le dio fama mundial.
La carrera del artista arrancó cuando se incorporó en su adolescencia como ilustrador al diario El Colombiano, el principal de su natal Medellín y uno de los medios regionales más importantes de Colombia.
Esos primeros pasos le permitieron a los 19 años, en 1951, cumplir su primer sueño y realizar una exposición individual en la Galería Leo Matiz, de Bogotá.
Sus primeras influencias fueron los muralistas mexicanos Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y Antonio González Orozco, así como los retablos del barroco colonial.
En 1952, recibió el segundo premio en el Salón Nacional de Artistas, lo que le permitió viajar a Europa. Así, logró desarrollar su vida artística en Florencia (Italia), donde estudió en la Academia de San Marco, o en la apacible localidad de Pietrasanta, donde vivió sus últimos años y en la que mantuvo abierto su taller.
El pintor y escultor también estudió en la Real Academia de Arte de San Fernando, en Madrid, y empezó a exponer en la década de 1960 en Estados Unidos, con una primera muestra en el Milwaukee Art Center donde comenzó a mostrar su característico estilo figurativo.
También vivió en París, donde pasó buena parte del tiempo en el Museo del Louvre, y en Ciudad de México, lugar en el que pinta una mandolina volumétrica con la que abrió las puertas del estilo que caracteriza su obra.
Obras en todo el mundo
Las obras de Botero están repartidas por decenas de ciudades del mundo.
Uno de los primeros hitos en su trayectoria fue 1961, cuando el MoMa de Nueva York adquirió La Mona Lisa de doce años, aunque la universalidad del artista se evidenció en 2015 y 2016, cuando realizó su primera exposición íntegra y retrospectiva en escenarios como el National Museum of China de Pekín y el China Art Museum de Shanghái.
Consciente de la importancia de su obra, Botero donó gran parte de sus trabajos a su país natal y piezas suyas están repartidas entre el Museo Botero, en la capital colombiana; la Plaza Botero (Medellín), la Plaza Santo Domingo (Cartagena) o en la Casa de Nariño, el palacio presidencial, donde reposan la escultura La paloma de la paz y la pintura monumental La monja.
El Museo Botero, que guarda la colección más completa de su obra, fue creado en 1998 con la donación que hizo al Banco de la República de 123 obras de su autoría y 87 de artistas internacionales.
Asimismo, las creaciones de Botero han protagonizado millonarias subastas, como en 2022, cuando la escultura Hombre a caballo logró en Christie's 4,3 millones de dólares.
Dolor incurable
Botero se casó tres veces. Su primera mujer fue Gloria Zea, entre 1955 y 1960, y tuvieron tres hijos. En 1964 contrajo matrimonio con Cecilia Zambrano, con la que tuvo a su cuarto hijo, Pedrito, y se divorciaron en 1975. Desde 1978 estaba casado con la pintora y diseñadora de joyas de origen griego Sofía Vari, quien falleció en mayo de este año.
Un momento que marco la vida del artista ocurrió en 1974 cuando falleció su hijo Pedrito, de cuatro años, en un accidente de tránsito en Madrid en el que Botero casi pierde una mano. El dolor, tanto físico como psicológico, fue tan profundo que este fatídico momento dio lugar a una etapa compleja de su obra, de cerca de un año, en la que se dedicó única y exclusivamente a pintar a su hijo.
La última exposición antes del fallecimiento del pintor, titulada Sensualidad y melancolía fue inaugurada justamente el jueves en Murcia (España), para mostrar su evolución artística a través de obras de diversas épocas que van desde los años 70 hasta creaciones más recientes.
Colombia llora su muerte
La muerte de Fernando Botero ha conmovido a su Colombia natal, donde personalidades de todas las vertientes políticas lamentan la desaparición de uno de sus más grandes artistas.
"Ha muerto Fernando Botero, el pintor de nuestras tradiciones y defectos, el pintor de nuestras virtudes. El pintor de nuestra violencia y de la paz. De la paloma mil veces desechada y mil veces puesta en su trono", manifestó en redes sociales el presidente colombiano, Gustavo Petro, haciendo alusión a la paloma que se exhibe en la Casa Nariño (sede presidencial) y que el artista regaló para conmemorar el acuerdo con las FARC de 2016.
El expresidente Juan Manuel Santos también habló de la pérdida: "Lamentamos profundamente la partida de Fernando Botero, uno de los más grandes artistas de Colombia y del mundo. Siempre generoso con su país, un gran amigo, y apasionado constructor de paz. Nuestras más sinceras condolencias a toda su familia".
Por su parte, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, lamentó "con dolor en el alma la muerte del maestro Botero", y decretó siete días de luto en la ciudad, la cual le rendirá homenaje "desde Plaza Botero y demás sitios donde su legado permanecerá por siempre".