El presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado pocos minutos antes de la seis de la mañana, hora de Moscú, el inicio de un operación militar "especial" contra Ucrania en la zona del Donbás, al este del país.
Simultaneamente a los primeros ataques, el Ministerio del Interior ucranio ha informado de que tropas rusas han aterrizado en la ciudad portuaria de Odessa y destruido con misiles instalaciones militares en varias zonas del país.
La Unión Europea, Naciones Unidas y la comunidad internacional han condenado este ataque, cuyas consecuencias y desarrollo futuro son, en estos momentos, imprevisibles.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un comunicado emitido desde la Casa Blanca, en Washington, ha declarado por su parte que "Putin eligió una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas". Biden considera la operación rusa de injustificada y ha resaltado que los socios y aliados "responderán de manera unida y decisiva".
Mientras una nueva guerra azota a Europa, las primeras sanciones a Rusia se han opuesto en marcha y las bolsas internacionales han comenzado a bajar.
