Se podría decir que Good Fake News, del artista uruguayo Dani Scharf (Montevideo, 1980), es una lista personal de buenos deseos para todo el mundo. Un formulario que navega entre el arte, la Inteligencia Artificial (IA), el periodismo y los algoritmos matemáticos. Todo esto, desarrollado con el fin de asistir una experiencia agradable para todas las personas. Un descanso de la violencia cotidiana.
Son 11 cuartillas. Los colores extravagantes, textos cortos y las formas conceptuales son las herramientas principales del proyecto. También es un periódico, o por lo menos se imprimió en papel. Lo pretende. “Se aprobó la renta universal”, dice la noticia principal. Una gran noticia que, desafortunadamente, es falsa.
Good Fake News es el proyecto más reciente de este artista que ya ha visitado países como Francia, México y España para exponer cuáles son sus expectativas utópicas para los noticieros del mundo.
Según explica Scharf, la prensa está todo el tiempo difundiendo temas reales pero complejos, muchas veces crudos y violentos. Lo que él quería para Good Fake News era reflejar un futuro fabuloso donde las noticias pudieran “leerse en la mañana con un café”. Haciendo uso de la IA, el artista solicitó la redacción de diferentes escenarios donde, por ejemplo, la migración era una opción y no una problemática de desplazamiento por violencia, o bien, se explicara por qué los guionistas de los Simpson “predicen” el futuro: “Son viajeros en el tiempo”, dice el titular del periódico de Scharf.
Otro aspecto importante para el artista era el de generar un contraste a las maquinarias de desinformación mediática que ahora tanto abundan, sobre todo en internet. Como explica Scharf en conversación con COOLT, actualmente los aparatos de desinformación (fake news) son utilizados para generar temor en las audiencias, es decir, se trata de un intento por domesticar las mentes y generar un ecosistema de miedo. En ese sentido, para Scharf es indispensable que el arte tome una postura.
- ¿Por qué consideraste importante mezclar el arte y el periodismo?
- Para mí el periodismo es muy trascendente porque nos informa, nos cuenta y hace todo un trabajo que, si no se hiciera, no sabríamos de muchas cosas buenas y cosas malas del mundo. O sea, el periodismo y la prensa son superimportantes. Creo que el arte también es superimportante: cuenta, habla, informa; registra o proyecta momentos de la humanidad y de la imaginación. Entonces, la fusión de esos mundos me parece que hace que una experiencia sea sublime.
El proyecto de Scharf se hace eco también del nuevo terror de todos los periodistas y obreros de la industria creativa: que la IA termine por demostrar que el algoritmo resulta más prolifero que la pluma o que, simplemente, una persona que escribe puede ser suplantada por un ordenador. Pero esa no es su pretensión. Él, justamente, intenta desmontar el mito.
- ¿Por qué usar tecnología de IA en tu proyecto?
- Las nuevas tecnologías, de alguna forma, pueden sentirse como una amenaza para algunas áreas. La IA está haciendo ilustraciones o escribiendo como tal autor y pintando como tal artista. En este caso, lo que estoy exponiendo es que la tecnología no tiene la capacidad se ser una amenaza real. Yo le pedía [a la IA] varias versiones de un titular que yo escribía y el resultado jamás fue tocado. Por eso los textos son bastante básicos. Es decir, el poder de improvisación, la capacidad de desarrollo mental que tenemos los humanos, no va a poder llegar a la tecnología. Eso es lo que intento probar.
Con esas palabras, Dani Scharf deja claro que no le interesan los formalismos de la academia (aunque formó parte de ella) ni los dictados de desaparición obrera. Su trabajo, en cambio, es un manifiesto a la sobrevivencia, un decálogo del porvenir. Una lista de buenos deseos que expone la imposibilidad de humanizar a las máquinas, un aparador de las limitaciones matemáticas y un acercamiento a la infancia.
Scharf toma todas las llamadas, a veces desde su dormitorio y otras desde su estudio. Prende la cámara a pesar de no haber dormido bien o haber pasado varias horas trabajando. Es un tipo comprometido con el arte y todas las personas interesadas en él. Su cabello es un misterio y sus ideas corresponden visualmente a las de la persona que tengo enfrente.
“Me gusta ser amable con todos, que reconozcan mi lado positivo. Me considero una persona entusiasta. Soy un uruguayo, un tanto atípico, no tomo mate, no tomo cerveza, no como asado porque soy casi vegetariano; es decir, sacrilegio para todos los uruguayos”, dice, y sincerándose, remata: “Me considero un uruguayo del mundo”.
Realmente lo es. Él vivió (o habitó) varias ciudades desde que su arte funge como puente entre la romántica Uruguay y cualquier persona que desee tener una experiencia artística y visual. Su obra también es ciudadana del mundo: Scharf ha ilustrado diarios, galerías, museos y hasta portadas de discos en ambas latitudes.
- Cuéntame la historia de tu primera portada de disco. ¿Cómo fue?
- Comencé a conectarme nuevamente con la ilustración y con el dibujo. Estaba haciendo unos trabajos cuando apareció la oportunidad del disco y unos pósteres para una banda que se llamaba Los Roques, donde el primo de un muy amigo mío tocaba el bajo. Era una banda independiente pequeña, de unos chavos, y a mí me gustó la música que hacían, me cayeron superbien. Yo les comencé a hacer carteles y a trabajar el disco. Tenían como una mezcla entre rock argentino y rock uruguayo. Creo que tenían algo de banda de los ochentas en Argentina, y digo tenían algo porque ya no existen. Fue una gran experiencia.
Esa experiencia ayudó a Dani en el futuro de su carrera. Cuenta que tenía en mente trabajar con una imagen alterada de Mickey Mouse, pero le costaba mucho trabajo conectar con esa imagen, hasta que recordó que de niño había realizado algunos bocetos de ese mismo personaje. Revisando su libreta, retomó aquellos trazos para trabajarlos y dieron lugar, al final, a la portada de ese disco.
A partir de entonces, el autor sintió una necesidad por las figuras imperfectas y su potencial discursivo. Es decir, que las imperfecciones fueran parte del discurso, revelando así que el arte humano no es perfecto; es sublime, pero no es perfecto.
- Tu arte es muy político a pesar de parecer infantil, ¿de dónde viene esto?
- Muy linda pregunta, gracias. Considero que mi arte es muy accesible. Desde lo visual quizás no, como ya sabemos, hay muchas capas. Pero en un primer impacto es muy accesible. Entonces uno puede decodificar lo que dice, y a veces, ese mensaje es más complejo o menos complejo, pero siempre trato de que se entiendan cosas. Siempre quiero comunicar. Y creo que el haber llegado a ese punto de accesibilidad es como una ventaja, hace que pueda ser masivo en el buen sentido. Tener esa herramienta y ese poder… no es que me sienta poderoso, ni nada, pero el poder generar reflexión o conocimiento a la gente, eso me da felicidad. Es como que termina por completarme. Me parece que es como tener un amplificador para quienes quieran utilizarlo a través mío, y yo poder utilizarlo para decir las cosas que pienso.
El discurso de Scharf se vuelve tangible en proyectos como Good Fake News, que fue seleccionado para el programa de residencias artísticas de Irudika, un festival de ilustración de profesionales del mundo editorial y del arte gráfico que se desarrolla en País Vasco. Llegar ahí, para Dani, fue complejo, ya que, a pesar de ser considerado uno de los 200 mejores ilustradores del mundo según el listado del Lüerzer’s Archive, gran parte de estos espacios están resguardados para artistas de ciudades del Norte global.
Sin embargo, eso no ha impedido que Scharf haya ganado numerosos reconocimientos, como la selección en la muestra oficial de la feria de Bolonia y haya sido premiado por su trabajo en lugares como España, México, Argentina, Estados Unidos y China. Y recientemente, gracias a un programa consular del Gobierno de Zapopan, llegó a Jalisco, México, para compartir sus buenas noticias falsas.