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‘Las demás’: el aborto en Chile a lo ‘pink punk’

El debut de Alexandra Hyland demuestra que se puede hacer comedia con los asuntos más graves, como la lucha por el derecho a abortar en una sociedad reaccionaria.

Barcelona
'Las demás', la película de Alexandra Hyland sobre el aborto en Chile. MALTRATO FILMS

Hace cosa de dos o tres años hablamos con la joven Andrea Hoyos, directora de Autoerótica (2021), la primera película que rompía con el tabú del aborto en Perú. No hemos vuelto a saber más de esta brillante y más que prometedora cineasta peruana, pero, en la última edición del Festival de Gijón, nos encontramos con Alexandra Hyland, que, curiosamente, pese a que Chile colinda con Perú, no ha visto Autoerótica, aunque su primera película, Las demás, presenta no pocas similitudes. En ambos casos, se trata de la odisea de unas jóvenes por hacerse con la receta ilegal del aborto en sus respectivos países. Las dos son un canto a la sororidad, y tienen como banda sonora a grupos locales.

Ambas películas se parecen, y a la vez son completamente distintas. Autoerótica tenía un look más globalizado, que tanto podía recordar a Céline Sciamma como a Hadas Ben Aroya. Las demás es otro rollo. Protagonizada por la debutante Nicole Sazo y Alicia Rodríguez, a la que recordamos especialmente como la protagonista de Joven y alocada (Marialy Rivas, 2012), tiene prácticamente el mismo argumento, aunque una apariencia muy diferente: barroca y punk, rosa y descarada. En Gijón estuvimos charlando, entre risas, con la Hyland, y Las demás, sus dos actrices, que se sumaron a una animada conversación, que muestra que se puede hacer un cine social y contestario, sin resultar mortalmente aburrido, siendo, al contrario, irresistiblemente divertido.

- ¿Se había hecho ya en Chile alguna película sobre el aborto?

- Alexandra Hyland (AH): Hay muy pocas, como dos o tres, y se hicieron en contextos distintos. 7 semanas, de Constanza Figari, hace como ocho años, y Apio verde, que era como una comedia de terror, hace un poco más de tiempo...

- ¿Se puede abortar comiendo apio?

- AH: No comiéndolo...

- No sé si me lo quiero imaginar.

- AH: No, mejor que no. Es muy temprano, mejor que ni te imagines.

- Una comedia gore, entonces. ¿En qué crees que se diferencia Las demás de estas dos?

- AH: En el tono... 7 semanas está un poco más centrada en la decisión y en las repercusiones emocionales, mientras que para mí Las demás trata sobre la amistad. El aborto es algo que sucede. Por supuesto que es un tema que instalamos para ser críticos, pero la película tiene más que ver con el acompañamiento que con el aborto en sí. El aborto nunca funciona como una situación de intriga. No es como que sucederá o no sucederá.

- Hay que conseguir el dinero necesario, ahí está la intriga, ¿no?

- AH: Sí, exacto. Se trata de ir sumando. Esa es la intriga.

- También es un thriller contrarreloj, porque las pastillas han de tomarse en un lapso determinado de tiempo. ¿Qué consecuencias legales puede tener someterse a ese tratamiento en Chile?

- AH: El Misotrol es ilegal, pero se puede tomar hasta las 12 semanas, y funciona de forma segura y perfecta. Pero si te pillan, te pueden llevar encarcelado, porque se considera tráfico. Antes de la ley de las tres causales, en 2018, todavía era peor. Imagínate que fue un proyecto de ley que permite abortar en tres causales, dos de las cuales son los procedimientos médicos legales que se hacían en cualquier parte del mundo, que tienen que ver con la inviabilidad de la madre o del feto. Y la tercera causal, de violación.

- Alicia Rodríguez (AR): Y además hay que reportar esa violación en las primeras 72 horas, sino tampoco es válido...

- AH: Es absurdo, porque te puedes dar cuenta de que estás embarazada a los dos meses.

Tráiler de la película 'Las demás', de Alexandra Hyland. YOUTUBE

- ¿Cuándo se estrena en Chile la película?

- AH: En enero, aunque ya tuvimos dos funciones en un festival de Santiago, pero básicamente fue toda mi familia y todo el Rocío [barrio de Santiago de Chile]. Falta la prueba de fuego, que es que pueda verla el pueblo chileno y ver qué sucede. Nosotros venimos de estos lugares donde podemos hablar de aborto con tranquilidad y naturalidad, pero me sigue pasando, incluso con gente que conozco, que cuando me preguntan de qué trata la película y les digo “el aborto”, veo que sigue siendo como un tema delicado. O sea, por lo bajo te gritan asesina, entonces estoy como nerviosa y ansiosa y con muchas ganas de ver qué va a pasar en Chile.

- Lamentablemente, si los avances son tan pequeños, querrá decir que la sociedad chilena es muy conservadora...

- AH: Y sobre todo la sociedad que está en el poder...

- Nicole Sazo (NS): Eso duele mucho. Tuvimos la oportunidad de cambiar la Constitución y la mayoría del país dijo “No, vamos a mantener la Constitución del 80”, que es la Constitución escrita por Pinochet, durante la dictadura. Estamos todavía con esa Constitución, y resulta que la mejor opción es seguir con ella.

- ¿Cómo es posible?

- AH: Pienso que tiene mucho que ver con que haya un manejo de presupuesto que la izquierda no tiene. La derecha tiene los medios, el dinero. Saben cómo llegar a lo más recóndito de la población. Estamos hablando de Latinoamérica, donde tenemos ciudades centralizadas, pero luego tenemos un sector rural, al que es mucho más difícil acceder; donde, en el fondo, no hay educación política y cívica; donde no llega la información y sí lo hace la propaganda de los conservadores.

- Pero, en algún momento de la historia, estuvo Salvador Allende.

- AH: Sí, dos años hasta que lo mataron. En algún momento puede pasar algo. Seguimos, como siempre, esperanzados.

- NS: Tuvimos una revuelta social en 2019, que fue súper esperanzadora e importante.

- AR: Lo que pasa es que, cuando salen presidentes de izquierda, el resto del Congreso es muy conservador, muy de derechas, y no le deja hacer el trabajo. 

NS: Hay un tira y afloja constante, la oposición es la que siempre va frenando el avance a nivel de derechos sociales, reproductivos, sexuales.

- Al principio hablabas del tono de la película, que es muy pop, muy rosa, muy punk, muy Javiera Mena, que sería como el primer referente que me viene a la cabeza.

- AH: 100%. En [el festival de cine de] Róterdam nos decían las Pink Punk.

Las actrices Alicia Rodríguez y Nicole Sazo, en el mundo rosa de 'Las demás'. MALTRATO FILMS

- ¿De dónde viene esta estética? ¿Es pura imaginación o refleja una escena en concreto?

- AH: Así, por lo bajo, metimos muchas experiencias personales en la película. Jugamos a ficcionar hechos verdaderos, cosas que pasaron, momentos, espacios; sobre todo de cuando estaba en universidad, porque mi adolescencia fue muy nerd, y la más dura vino más tarde. Nos pasaba que íbamos a todas esas fiestas en casas que estaban súper lejos. Y toda esa vorágine caótica que uno tiene como…

- AR: …muy de participar de la vida urbana. Yo me acuerdo de chica, subiendo en una micro al centro Santiago República, a una fiesta, con gente de todo tipo, en una plaza, después en una casa, como un tour por la ciudad siendo joven.

- Imagino que para esa estética pink punk os inspiró John Waters, el Rey del Trash...

- AH: Sí, sí. También me encantan Greg Araki o Harmony Korine, y como referentes chilenos están Alicia Scherson y Elisa Eliot, que tienen carreras super interesantes. Eliot acaba de sacar una película infantil preciosa. Con ellas descubrí la posibilidad de hacer cine con libertad. A las mujeres nos suelen exigir que nos mantengamos en un cierto estilo. Hay como una exigencia de cómo debería ser el cine de las mujeres, y me parece horrible.

- Tiene que ser un cine más bien tristón. 

- AH: Sí, drama, dolor, sensibilidad. Estas mujeres como misteriosas, vaporosas, intocables. Y estas directoras me dijeron, a través de sus películas, que podía hacer un cine más libre, no con la pulcritud que me piden, y que puedo hablar de personajes más rudos y caóticos.

- Esa posibilidad te lleva a ser más radical en tus planteamientos estéticos, ¿no?

- AH: Sí, son los gustos personales, pero llevados al extremo. Hicimos una campaña para que mucha gente nos trajera stickers y los pegamos en todos lados. Integramos a todos los que tienen algún proyecto, alguna banda, o hacen dibujitos, para maximalizarlo todo. 

- AR: Hay un trabajo de arte impresionante. Inventamos marcas, ¿te diste cuenta del Burger Queen? Fumamos cigarrillos Diablo.

- Sí, sí. Mucho mensaje subliminal. ¿Y qué grupos suenan? Será la escena chilena de ahora mismo, imagino.

- AH: Una es mi hermana. Ella hace varias cosas y tiene un proyecto musical que se llama Inclinada, basado en una novela gráfica. Y sí, buscamos artistas que nos gustaban como O Regias, que es una banda punki-lésbica muy buena. También está Dadalú, que es una chica que yo admiro un montón y que, además de las canciones de la película, hizo la música incidental; Violeta Castillo, que es argentina, o Tomasa del Real, una exponente importante del reguetón neo-perreo chileno. Para mí la música era un tema.

- NS: Hay mucha rabia ahí, esos grupos chilenos tienen esa rabia

- La parte punk del pink punk.

- AH: Sí, y el pink está en el piso donde viven.

- Tiene bastante de Euphoria también.

- NS: Sí, pero Euphoria latina.

- Citabas dos directoras chilenas, ¿cómo está la brecha de género? En España sólo ahora, con la actual generación, ha cambiado el panorama.

- AH: La brecha de género sigue siendo enorme, de cada ocho directores hay dos que son mujeres. Pero se está abriendo el espacio y este año estoy compartiendo estreno con otras directoras increíbles, como Tana Gilbert, directora de Malqueridas, que acaba de ganar los premios más importantes de la Semana de la Crítica de Venecia. Es un documental que habla sobre la maternidad en la cárcel y está espectacular. Y Maite Alberdi, que fue nominada al Oscar por El agente topo. Vamos de a poquito como abriendo el terreno. Pero cuesta encontrar los referentes. A mí me pasaba eso. Me encantaba el cine, y creo que una de las cosas lindas que tiene es poder ver y decir, “no estoy sola en el mundo”.

Alexandra Hyland, directora de 'Las demás'. CORTESÍA

- El cine tiene que ser diverso, no sólo como reflejo del mundo, sino también porque así es menos aburrido.

- AH: Esa es la gracia. Yo me quiero sentar a ver una película y que me cuenten una historia y durante una hora y media, vivir una montaña rusa de emociones y de paisajes que nunca he visto, gente tomando decisiones que yo nunca tomaría, y que me cuenten algo que yo pueda contarle a alguien, decirle, “oye, vi esto el otro día”. Y luego está que, hasta ahora, las mujeres siempre han estado en los lugares más independientes, porque no se financiaban películas gigantes hechas por mujeres. Un precioso ejemplo al revés de eso es Alcarrás, de Carla Simón, o Jane Campion, haciendo The Power of the Dog. Es bueno que se estén abriendo espacios para producciones más grandes.

- AR: Como Barbie.

Barbie es bastante grande. Y súper pink. ¿Qué os pareció? Para mí es obra maestra, lo digo sin tapujos. Recibió muchas críticas, pero de gente que todavía no ha comprendido lo que es “una película para todos los públicos”. La volví a ver con mi hija de siete años y seguía funcionando muy bien. Para decir que es un anuncio de Mattel, no hace falta ir a verla.

- AR: Quizás no me volvió loca, pero en el tiempo que estuve en el cine me lo pasé bomba. Me reí.

- AH: Greta Gerwig es de las primeras directoras con un nivel de producción gigante, y que recién en 2023 empezamos a tener directoras a las que se les da acceso a ese tipo de recursos.

- NS: Lo interesante también es preguntarse qué va a hacer después.

- Hablando de nuevos proyectos, ¿cómo está el tema? Creo que tienes dos en mente...

- AH: Bueno, dos y medio. Estoy escribiendo, pero tengo que currar. Esto lo hago en el tiempo libre. Normalmente trabajo de asistente de dirección en el audiovisual haciendo videos, etc. Pero sí, efectivamente, estoy escribiendo cosas que tengo ganas de grabar. Eventualmente, cuando se puedan alinear los astros para que consiga financiamiento. También estoy trabajando con Alicia en un documental sobre ella misma.

- AR: It’s My Life. Pero será un documental ficcionado, una película, un jugueteo.

- Todo es ficción, al fin y al cabo.

- AH: Alicia partió en el cine muy joven, muy, muy joven.

- AR: Tenía 14, 15.

- Espero que no te pasaran cosas demasiado malas.

- AR: De todo, he tenido buenas y malas experiencias. Pero es una broma. Le presenté este proyecto a Alexandra, porque siento que tiene un sentido del humor que me representa y que entiende mi visión. Estamos todavía en proceso de escritura, lentamente. Mientras tanto, nos rechazan y nos rechazan.

- AH: Es que, cuando hicimos Las demás, que es como un reality show, nos hicimos todas muy amigas. Estuvimos como 30 días encerradas. Y la maquilladora, la Fran, que también es muy, muy amiga nuestra, tiene un dicho que a mí me encanta y es que “siempre se pierde, pero a veces se gana”. Así que, cuando se gana está buenísimo, pero mientras estamos acostumbradas a que nos digan que No y a seguir perdiendo. Así uno está más tranquilo y las cosas buenas que vienen son como un nivel de bendición.

NS: Es el fracaso constante de la vida.

- ¿No tuvisteis ayudas para Las demás?

- AH: Conseguimos el fondo fiscal, un fondo pequeño porque era una versión para micro presupuesto. Pero todo el resto... O sea, no te puedes imaginar la cantidad de gente que me dijo “no puedo creer que vas a hacer esta película, el aborto no me interesa”. Hubo un productor, en uno de estos meetings, que se paró y se fue. Y luego te dicen que a la gente no le gusta la comedia. Hay como una expectativa con el cine latinoamericano que sea como rural, dramático, profundo. Fue un camino súper difícil y lo sigue siendo. Y, si bien hemos estado llenas de cosas preciosas que han sucedido —la película se ha ganado premios, hemos estado en festivales increíbles, etc—, sigue siendo un espacio donde hay que abrirse pasos a codazos a pura resiliencia de choque.

- NS: Alicia vive en Madrid, yo en Berlín, que esto ocurra no es menor. Es importante, aunque muy precario.

- Hoy en día todo es precario.

- AH: Sí, estamos en un fin del mundo lentísimo.

Periodista cultural especializado en cine y literatura. Fue redactor de la revista Fotogramas durante 17 años. Ahora colabora regularmente con medios como La Vanguardia, El Mundo, Cinemanía o Sofilm, entre otros. Ha comisariado la exposición Suburbia en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona.