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Consuelo Kanaga, la fotógrafa que capturó el espíritu de la lucha social

Fundación MAPFRE acoge la primera retrospectiva europea de la artista estadounidense, una pionera que documentó las reivindicaciones de la comunidad afroamericana.

Redacción

'Manos' (1930), de Consuelo Kanaga. © BROOKLYN MUSEUM

De ella decían que era una adelantada a su tiempo, y quizás por eso han tenido que pasar tantos años para que su figura se vea reconocida, sobre todo fuera de su país natal, Estados Unidos.

El de pionera es un adjetivo que se ajusta bien al perfil de Consuelo Kanaga (Astoria, 1894 - Yorktown Heights, 1978): no sólo fue fotógrafa en una época en las que esta disciplina parecía vedada a las mujeres, sino que además decidió posar su mirada en la comunidad afroamericana en tiempos de segregación racial.  

Ahora el público tiene una oportunidad para descubrir su valioso legado a través de la exposición Consuelo Kanaga: atrapar el espíritu, la primera retrospectiva dedicada a la fotógrafa en Europa, que se podrá visitar en la sede de Fundación MAPFRE en Madrid hasta el próximo 25 de agosto.

Comisariada por Drew Sawyer, la muestra abarca seis décadas de trabajo de Kanaga y reúne alrededor de 180 fotografías, algunas de ellas icónicas, así como material documental de archivo. La exposición se nutre de la extensa colección del Brooklyn Museum, la institución que conserva gran parte de los fondos de la fotógrafa, y cuenta con la colaboración del San Francisco Museum of Modern Art.

Fotoperiodista de vanguardia

Kanaga comenzó a trabajar como periodista en 1915, con 21 años de edad, en el San Francisco Chronicle. Fue en ese diario donde aprendió a manejar la cámara de forma autodidacta. Como ella misma recordaría tiempo más tarde: “Para mis artículos que necesitaban fotografías, acompañaba al fotógrafo con el fin de ayudar a que las imágenes fueran más interesantes. Al editor le gustó el resultado y me animó a aprender fotografía”. Sus progresos le valieron en 1918 un contrato como fotógrafa de plantilla del diario, convirtiéndose así en una de las primeras mujeres en ocupar ese cargo. “[Fue] la primera fotógrafa de prensa que había conocido”, aseguraría su amiga y colega Dorothea Lange. De ahí, Kanaga pasaría a otro periódico de San Francisco, el Daily News, y luego comenzaría a colaborar con otras publicaciones estadounidenses.

El trabajo de Kanaga como reportera gráfica no solo la llevó a nuevos destinos, como Denver o Nueva Orleans, sino que también le permitió ir tejiendo un estrecho vínculo con los círculos de vanguardia del país: por ejemplo, en San Francisco se incorporó al Grupo f.64, mientras que en Nueva York se relacionó con la Photo League. Pocas mujeres podían presumir entonces de estar integradas en esos ambientes: Kanaga se convirtió así en un referente para otras fotógrafas como Imogen Cunningham, Louise Dahl-Wolfe, Alma Lavenson, Tina Modotti, Eiko Yamazawa o la ya mencionada Dorothea Lange.

'Untitled (New York)' (c. 1940), de Consuelo Kanaga. © BROOKLYN MUSEUM

Compromiso con la justicia social

En paralelo al desarrollo de un estilo propio, cargado de fuerza plástica, Kanaga se propuso utilizar la fotografía para documentar la condición humana, poniendo su cámara al servicio de aquellos más desfavorecidos por la sociedad; en particular, la población afroamericana y la clase obrera. Así, la pobreza, la marginación, el racismo, la desigualdad o los derechos civiles fueron temas que acabaron atravesando su obra.

En esa línea destacan sus fotografías de personas negras, alineadas con el movimiento “Nuevo Negro”, una corriente cultural de las décadas de 1920 y 1930 que tuvo como epicentro el barrio neoyorquino de Harlem y que buscaba redefinir la identidad afroamericana a través de la expresión cultural. Kanaga sintió una poderosa atracción por este movimiento, espoleada por su concienca social y, también, por ciertas dosis de romanticismo: “¿Por qué no nací negra? Me habría encantado”, escribiría en 1936 a su amigo y mecenas Albert M. Bender.

En ese contexto, los retratos que Kanaga hizo de figuras como el cantante Kenneth Spencer, el poeta Langston Hughes y el artista Sargent Johnson constituyen toda una declaración de intenciones, al igual que sus instantáneas más poéticas, entre las que destaca Manos (1930), la primera imagen que se conserva de las ideas antirracistas de la fotógrafa.

'Kenneth Spencer' (1933), de Consuelo Kanaga. © BROOKLYN MUSEUM
'Young Girl in Profile' (1948), de Consuelo Kanaga. © BROOKLYN MUSEUM
'She is a Tree of Life' (1950), de Consuelo Kanaga. © BROOKLYN MUSEUM

La conciencia social de Kanaga también se evidencia en sus imágenes de personas en situación de pobreza, que a menudo huyen de la espectacularización pero captan una desigualdad lacerante; o en sus fotografías de trabajadores para publicaciones de izquierdas como Labor Defender, New Masses y Sunday Worker, realizadas en la década de los treinta, cuando la Gran Depresión causó estragos entre las clases populares.

'The Bowery' (1935), de Consuelo Kanaga. © BROOKLYN MUSEUM

Retratista y viajera

La retrospectiva de Fundación MAPFRE también pone el foco en la labor de retratista de Kanaga, quien compaginó esa actividad con el fotoperiodismo para mantenerse económicamente. Para ella posaron clientes adinerados, pero también figuras destacadas de los círculos culturales en los que se movía, como los pintores Milton Avery y Mark Rothko, el fotógrafo Alfred Stieglitz o el escultor Wharton Esherick. En esos retratos, Kanaga daba rienda suelta a su faceta experimental, jugando con las poses, la iluminación, los encuadres y los tiempos de exposición para potenciar la expresividad de la imagen.

'Wharton Esherick' (1940), de Consuelo Kanaga. © BROOKLYN MUSEUM.

Asimismo, la exposición recuerda a la Kanaga viajera: la fotógrafa estuvo en Europa y el norte de África entre 1927 y 1928, una estancia que fue posible gracias al apoyo financiero del mecenas Albert M. Bender; y entre finales de los cuarenta e inicios de los sesenta recorrió el sur de los Estados Unidos. Expediciones que siempre realizó con la cámara a cuestas, y que le permitieron captar momentos icónicos como las manifestaciones pro derechos civiles de Albany, Georgia.

'Tennessee' (1950), de Consuelo Kanaga. © BROOKLYN MUSEUM

A partir de los años cincuenta, Kanaga se trasladó con su marido al campo, a Yorktown Heights, al norte de la ciudad de Nueva York, lo que redujo notablemente su labor artística. Ahí fallecería en 1978, a los 83 años de edad.

Antes de morir, pudo ver cómo su contribución a la fotografía moderna en Estados Unidos comenzaba a ser celebrada en diversas exposiciones, aunque no sería hasta 1993 cuando le dedicaron la primera gran retrospectiva, en el Brooklyn Museum. Y ahora, este 2024, la obra de esta pionera de la fotografía llega al fin a Europa de la mano de Fundación MAPFRE.

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