El Comercio

Silvia Núñez del Arco: “Escribí este libro para perdonarme a mí misma”

La escritora peruana presenta la novela ‘Si me dejas me mato’, donde cuestiona el concepto del amor desde el punto de vista de una relación adolescente.

Isabella Jugo

La escritora peruana Silvia Nuñez del Arco. EL COMERCIO/ALESSANDRO CURRARINO

Si me dejas me mato, la última novela de Silvia Núñez del Arco, nos traslada a la adolescencia, una etapa llena de ilusiones, desamores y descubrimientos. Para muchos, es el periodo en el que se rompe la inocencia, pues el joven sale al mundo a descubrir que no es invencible, como en algún momento lo creyó. La protagonista, a sus cortos 13 años, empieza a vivir estas emociones dentro de la red en la quedó atrapada: una relación intensa y desesperada, la cual la obliga, de cierta manera, a acelerar su camino hacia la adultez.

“Siempre he asociado la escritura como una especie de catarsis para sanar las heridas y redimir mis culpas. Es como una terapia para sacar las cosas que me continúan doliendo. Por eso, siento que sano algo con cada libro. Antes de escribir esta novela, tuve una época en la que me empecé a atormentar a mí misma porque no entendía cómo me había permitido pasar por esta situación. Sin embargo, esta novela me ayudó a perdonar mis errores del pasado”, enfatiza Silvia.

En Si me dejas me mato, el lector se encuentra con una serie de conductas obsesivas y tóxicas. No obstante, a lo largo de la novela, el personaje principal demuestra que se puede salir de ahí, pero el precio fue la pérdida de la inocencia y la simplicidad de la juventud. “Me parecía importante hablar de estos temas para que las chicas sepan reconocer estos comportamientos y decirles que no están solas, que muchas pasamos por eso”, agrega la escritora.

- La historia sucede cuando la protagonista tenía tan solo 13 años. ¿Por qué desempolvar la historia de un romance adolescente después de tanto tiempo?

- Yo decido escribir este libro como una forma de perdonarme a mí misma ciertos errores de mi adolescencia. Siempre sentí que cargaba mucha culpa por haber permitido ciertos maltratos, ciertas conductas y por haberme enredado en una situación tóxica. Por ello, esta novela fue una forma de dejarlo ir, como parte de una terapia. Por otro lado, me pareció importante abordar ciertos temas que, hoy en día, se han normalizado, como la manipulación dentro de la pareja. Si le pasa a una chica que está en esa edad, quisiera que sepa que no está sola, pues muchas pasamos por eso.

- En los inicios de la novela, se puede observar cómo la protagonista vive en una burbuja de fantasía, donde su novio es el chico perfecto, por lo que la evolución termina siendo algo sorpresiva para el lector. ¿Fue igual de sorpresiva para ella? ¿En qué momento se dio cuenta de que estaba rodeada de conductas tóxicas en su relación?

- Ella empieza esta relación entre los 13 y 14 años y la finaliza cuatro años después, a los 18 años aproximadamente. A los 17, ya se empieza a dar cuenta de que algo anda mal con su novio. A lo largo del libro, él va cambiando por completo y se vuelve irreconocible. Siento que ella se da cuenta desde el inicio, pero no puede dejarlo porque tiene una dependencia exponencial hacia él. Para ella, era reconfigurar todo lo que había pensado y planeado durante años, pues hasta sentía que se iba a casar con él. Ella sentía que poniendo todo de sí en la relación las cosas iban a mejorar, pero creo que ese es un error. No sirve de nada acomodarse a la pareja si al final te vas a perder a ti misma. De todos modos, en el libro, así como el novio cambia para mal, ella termina encontrando las respuestas que estaba buscando.

- Y también encuentra su vocación, ¿no?

- Exacto. Gracias a esta historia, ella se encuentra a sí misma y dice ‘voy a escribir’. Siento que todo esto pasó para que sea lo que soy ahora. A pesar de haber sido una experiencia tormentosa, me dio muchas herramientas emocionales que uso hoy y me sirven para ser madre. Yo tengo una hija de 12 años, por lo que me sirve para decirle ‘Yo pasé por eso, no me gustaría que vivas algo así’.

- ¿Alguna vez te has puesto en esa situación? ¿Has pensado que tu hija podría vivir una experiencia similar a su corta edad?

- Sí lo he pensado, pero hay cosas que, como padres, no podemos controlar. Creo fielmente que la experiencia es el mejor maestro. Si ella tiene que vivirlo, aprenderá algo de eso, al igual que cada error te hace aprender.

- El personaje principal era una niña de tan solo 13 años, un año más que tu hija. ¿Sientes que, para que le suceda algo así a una edad tan temprana, hubieron algunos factores externos de su vida que hicieron que ella normalice estas conductas?.

- Definitivamente el personaje está escapando de algo. Ella encuentra en él una especie de refugio. Es algo que se menciona al inicio, que ella se enreda con el chico porque él siempre estaba feliz y, por medio de esa felicidad, ella busca huir de ciertas cosas de su vida personal que no lo eran. A lo largo de la novela, ella termina dándose cuenta de que esa felicidad es una bandera roja. Nadie puede estar contento todo el tiempo, no es algo normal. En ese momento, ella asimila que esa sonrisa era una tapadera para un duelo que él no terminaba de procesar. Al fin y al cabo, ambos se encuentran huyendo de sus propias realidades, pero eso les dura poco. Conforme se conocen, se van dando cuenta de muchas cosas, incluyendo las mentiras en la relación.

- ¿La ayuda psicológica, que en algún momento se menciona, fue un factor importante para que ella asimile que el comportamiento de su novio no era normal?

- Definitivamente. Recuerdo perfectamente que en el libro hay una ruptura psicológica, después del primer rompimiento, en la que los padres de la protagonista la ven realmente mal, a punto de que está caminando en círculos alrededor de una mesa. Por ello, incluso sin saber el total de la historia, pues ella sentía vergüenza de contar todo, los papás la envían al psicólogo. Siento que eso hizo que acepte la realidad, ver las cosas de otra manera y darse su lugar. A pesar de que volvieron, las cosas no fueron iguales, pues hay un empoderamiento, donde ella pasa de ser la niña que acata y se convierte en una mujer que toma sus propias decisiones. Gracias a eso, ella dice ‘Hasta aquí hemos llegado’. Mi objetivo siempre fue ese, que el personaje que inició sea distinto al que llega al final, que se equivoque, pero que cambie.

- En cuanto a sus amistades, ¿cómo las observaba? ¿Tal vez, al darse cuenta de estas conductas, envidiaba las relaciones de sus amigas?

- Yo creo que sí. Ella era muy joven y fue la primera en tener novio, sobre todo en tener una relación larga. En su cabeza, yo creo que envidiaba la tranquilidad, pues vivía eventos super raros ligados a la salud mental de él.

- ¿Y sentía que aceptar esos comportamientos era parte de amarlo?

- En ese momento, sentía que lo era. Hoy creo que no lo es. Era una niña perdida, buscando escapar de su propia realidad. Incluso, hace avances para los que no está lista, pues se entrega en cuerpo y alma para complacerlo. Creo que, hoy en día, ella ya no creería que es amor. Inclusive, esta novela me ha ayudado a cambiar mi concepción del amor de manera positiva y saber cuáles son mis límites. El primero es que mi pareja no decide por mí.

- Así como lograste cambiar tu percepción del amor a través de esta historia, ¿sientes que también sería útil para las chicas que se adentren en ella?

- Me encantaría que lean historias así, que inspiren a saber qué está bien y qué está mal. Eso es lo que me encanta de los libros, que uno pueda aprender a través de la experiencia de otras personas. Incluso me fascinaría que mi hija lo lea, pues no me da miedo que conozca los errores de mi pasado y siempre he sido muy abierta con respecto a ello. Me parece que esta novela debe aprovecharse para saber que algo así le puede pasar a cualquiera, a alguien completamente normal, y que no están solas.

- Ahora que presentarás tu quinta novela, ¿cuál es el próximo paso?

- Se habló de reeditar mi segunda novela, Hay una chica en mi sopa. Sin embargo, cuando comencé a trabajar en ella, empecé a reescribirla totalmente. Aún estoy en eso. Por otro lado, también estoy empezando a trabajar en una novela sobre mi infancia, mis primeros años y mi relación con mis padres, lo cual también servirá de explicación para mis obras previas.


Este artículo se publicó en la web de El Dominical de El Comercio de Perú el 23.07.23

Isabella Jugo