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Un faro de conocimiento marítimo

La riqueza documental americanista de la Biblioteca del Museo Marítimo de Barcelona la convierte en un referente para el estudio de la historia y la cultura marítima

Redacción

La Biblioteca del Museo Marítimo de Barcelona.

La Biblioteca del Museo Marítimo de Barcelona, fundada en 1942, es un referente en el estudio de la historia y cultura marítima. Su singularidad radica en su enfoque multidisciplinar y, al ser una biblioteca de museo, se enriquece del resto de fondos museísticos (fotografías, planos, cartas náuticas y objetos marítimos) que complementan su labor. Este espacio, ubicado en las históricas Drassanes Reials de la capital catalana, no solo atiende las necesidades de investigación, sino que también sirve como puente entre el público general, los académicos y los entusiastas del mundo marítimo.

La biblioteca cuenta con más de 30.000 volúmenes, 150 títulos de revistas y 250 planos de barcos. Entre sus tesoros destacan los libros de reserva, editados antes de 1900, así como tratados de navegación, derroteros, arquitectura naval y textos fundamentales de la historia marítima. Además, alberga una destacada colección de literatura marítima y documentos relacionados con aspectos legales, comerciales y culturales del mundo náutico.

“Es una biblioteca transversal, inmersa en la lógica de un museo, abarcando geografías de todo el mundo, épocas clave en la historia marítima y un amplio campo de temáticas relacionadas con el mar; desde diccionarios, textos filosóficos, mitología y literatura marítima a diarios de navegación, cuadernos de bitácoras, documentos meteorológicos o cartas náuticas ”, explica Rosa Maria Busquets, bibliotecaria del museo.

Libros y documentos de la biblioteca del Museo Marítimo de Barcelona.

Fondo americanista

Un área de especial relevancia es su fondo americanista, que abarca obras sobre el comercio trasatlántico, la marina mercante, los movimientos migratorios y la cartografía de América. Incluye también estudios sobre la esclavitud en América Latina y el Caribe, además de textos históricos, como relatos de viajes y análisis de episodios clave, como la Guerra de Cuba o la expedición marítima de Fernando de Magallanes. Este acervo ha sido enriquecido por donaciones recientes, como las bibliotecas particulares de Josep Porter i Rovira, con 788 volúmenes, y Francesc Albardaner i Llorens (1.040), que se sumaron a los fondos provenientes del Centre d’Estudis Colombins (225) y el fondo de Ángel Casas (338); entre otros.

Entre los fondos del museo, el archivo de la Compañía Trasatlántica es otro de sus puntos fuertes. Incluye documentos técnicos y administrativos, normativas, actas de juntas, inventarios postmortem y relatos de viajes, que permiten reconstruir aspectos tanto técnicos como personales del tráfico marítimo. Entre los documentos más curiosos se encuentran menús de viaje y registros de bienes personales de pasajeros y tripulantes.

Los mapas antiguos del museo, algunos datados en los siglos XVII y XVIII, muestran la evolución del conocimiento geográfico del continente americano. Estos documentos no solo son testimonios de avances técnicos en la navegación, sino que también evidencian la percepción que Europa tenía de América en diferentes periodos. Además, la colección incluye atlas y tratados de navegación que muestran cómo las rutas comerciales entre Europa y América se transformaron con el tiempo, influyendo en la economía global.

De Barcelona a América

El intercambio marítimo entre América y Cataluña tuvo un impacto significativo en la región. La biblioteca contiene documentos relacionados con la migración catalana hacia América, especialmente durante los siglos XVIII y XIX. Estos materiales incluyen cartas personales, libros sobre emigración y relatos que documentan la búsqueda de oportunidades en el Nuevo Mundo y cómo los retornados trajeron consigo nuevas ideas y productos.

Otro aspecto clave de los fondos americanos son los registros sobre el comercio marítimo en la era moderna. Barcelona, como puerto estratégico, jugó un papel importante en el comercio con América, especialmente en el tráfico de productos como el azúcar, el tabaco y el café. Los documentos de esta época muestran cómo el transporte marítimo evolucionó con la introducción de barcos a vapor y cómo esto afectó las relaciones transatlánticas.

La biblioteca del Museo Marítimo de Barcelona.

Digitalización y actividades

La biblioteca del Museo Marítimo de Barcelona ha dado pasos significativos hacia la digitalización, un proceso largo y costoso pero crucial para garantizar el acceso al patrimonio marítimo. Gran parte de su fondo histórico, como revistas de navegación y boletines de la Compañía Trasatlántica, está disponible a través de plataformas como su propio catálogo digital y el portal Archive.org.

La entidad no solo es un espacio de consulta y préstamo, sino también un lugar de dinamización cultural. Entre sus actividades destacan los clubes de lectura, presentaciones de libros y ciclos literarios. Ha organizado lecturas marítimas de autores latinoamericanos como Luis Sepúlveda, Gabriel García Márquez y Rodrigo Fresán, y conferencias sobre traducciones de clásicos como Robinson Crusoe, en colaboración con especialistas en léxico marítimo. Estas actividades fortalecen su conexión con un público diverso, que incluye desde estudiantes universitarios y académicos hasta escritores en busca de contexto histórico para sus novelas.

La biblioteca también es un recurso clave para investigaciones genealógicas, aunque carece de listas completas de pasajeros. Sin embargo, su archivo de la Compañía Trasatlántica y documentos relacionados permiten responder parcialmente a estas consultas. Cada semana recibe peticiones de personas interesadas en rastrear la historia de familiares migrantes o pasajeros.

Club de lectura en la biblioteca del Museo Marítimo de Barcelona.

Colaboración internacional

El Museo Marítimo de Barcelona participa en el proyecto PortADa (2023-2027), que estudia el tráfico marítimo en Barcelona, Marsella, Buenos Aires y La Habana entre 1850 y 1914, un periodo de transición de la navegación a vela al transporte mecánico. Cuatro equipos interdisciplinarios crearán una base de datos abierta con 1.600.000 registros de llegadas de barcos extraídos de la prensa local, para analizar aspectos económicos, sociales y culturales del comercio marítimo.

El proyecto también fomenta colaboraciones duraderas entre 30 especialistas en humanidades digitales y métodos computacionales. Además, incluye un grupo consultivo para apoyar instituciones en digitalización documental. PortADa ampliará el conocimiento histórico marítimo y será un modelo para iniciativas en humanidades digitales y ciencias sociales.

Interior de la biblioteca.

Memoria viva del mar

Como parte del Museo Marítimo de Barcelona, su biblioteca ofrece una experiencia única al estar integrada en un entorno museístico. Sus recursos se complementan con exposiciones, objetos, mapas y fotografías, ofreciendo una visión integral del mundo marítimo. Esta transversalidad permite que el usuario no solo acceda a documentos, sino también a la memoria viva del mar.

Los fondos americanos de la biblioteca no solo son un recurso invaluable para investigadores e historiadores, sino también un puente que conecta a las generaciones contemporáneas con un pasado marítimo compartido. A través de estos documentos, es posible explorar las complejidades del comercio, la colonización y los intercambios culturales que han moldeado tanto a Europa como a América.

Con iniciativas continuas de preservación y difusión, la biblioteca se convierte en un faro de conocimiento, iluminando la rica historia marítima que une dos continentes separados por el océano, pero unidos por siglos de navegación y colaboración.

Redacción