En 1980, en plena dictadura, unos ladrones sustrajeron un botín millonario del Museo de Bellas Artes de Buenos Aires. Un libro investiga ahora ese golpe.
El mayor centro de tortura de la dictadura argentina es hoy un espacio de memoria protegido por la Unesco, y cuestionado por la ultraderecha que gobernará el país.
Emmanuel Guigon, director del Museo Picasso de Barcelona, habla de la exposición que une a los dos artistas y de por qué el genio cubista todavía fascina.